En el pantano de El Vicario de Ciudad Real la vida salvaje se ha establecido con éxito desde la construcción de la presa en 1973. Un ejemplo de cómo la actividad humana puede combinarse de forma positiva con el desarrollo natural y ser un refugio para otras especies. En el embalse hay vida más allá de la pesca. Se ha convertido de un humedal extraordinario a doce kilómetros de la capital de la provincia.
La ruta discurre por un itinerario regulado con observatorios de aves desde donde poder conocer la vegetación, su función y valor ecológico para el mantenimiento de las especies residentes y migratorias que ocupan este espacio: es fácil observar varias especies de patos o flamencos, cormoranes, fochas, chorlitejos,... La actual sequía que padece el entorno ha hecho que este espacio se haya convertido en una de las zonas de la provincia con mayor variedad de aves. Por ello es un entorno especial para crear afición entre la población general hacia la ornitología y la conservación del medio natural. Con ello damos a conocer la importancia que tienen estos puntos de agua aislados para la vida silvestre y para el desarrollo de las poblaciones donde se ubica.
Número de participantes limitado, necesaria inscripción.