Un puente cuyos arcos atravesaron en cientos de ocasiones los gancheros del Tajo, volado en la Guerra Civil y que muestra hoy en día una esbelta figura sobre una vertical garganta horadada por el río.
Durante la ruta observaremos las principales especies de vegetación que dominan este cañón calizo, intentaremos detectar la majestuosa silueta del águila real o el ágil vuelo del águila perdicera, y probaremos suerte para observar las incipientes poblaciones de cabra montés que abundan en este tramo del Tajo.
Recomendado para mayores de 5 años.