Ruta interpretativa que atraviesa uno de los sabinares mejor conservados de la Serranía de Cuenca, así como densos pinares de pino negral, en un enclave del PN de la Serranía de Cuenca aparentemente inhóspito, castigado por la climatología más extrema, donde solo sobreviven los árboles y arbustos más poderosos, creando parajes sobrecogedores. A lo largo del trayecto visitaremos la entrada a la Cueva del Boquerón, una imponente surgencia natural, y visitaremos Monteagudillo, una atalaya desde la que podremos disfrutar de unas de las vistas más privilegiadas de la Serranía de Cuenca y el cañón del río Júcar.
Recomendado para mayores de 10 años.