En este punto, el camino se convierte en senda, que a media ladera por el monte de La Solana de Uña, nos llevará a los Huertos de Royo Frío. Desde allí, ascenderemos por la umbría del Picón de Royo Frío hasta alcanzar la parte más alta en Royo Frío, desde donde comenzaremos a disfrutar de espectaculares vistas de hoces y cortados. Una vez allí, y después de un breve descanso, tomaremos el camino de la Finca del Barranco, por la parte alta, viendo nuestro recorrido desde otra perspectiva, para culminar finalmente en el mirador del Peñón del Tío Cogote, lugar privilegiado dónde podremos disfrutar de la placidez del pinar de pino laricio que se extiende ante nosotros, e incluso apreciar algunas de las majestuosas aves rapaces que habitan este enclave.
No es extraño, que en este lugar tengamos que hacer otro alto en el camino para deleitarnos con los tranquilizadores planeos de los buitres leonados y aprovechar momentos únicos de comunión con la naturaleza. Pero una vez repuestos, seguiremos bordeando la muela por la senda que se llevaba hasta el camino de Los Charcos que nos conducirá a Los Callejones. Lugar dónde, gracias al trabajo del viento, el agua y otros elementos naturales que tallaron la piedra caliza como el más delicado y sabio escultor, se descubren caprichosas formaciones cársticas.
Desde allí, continuaremos la senda hasta llegar a La Moratilla y así tomar el camino carretero de la Callada del Pozuelo que nos conducirá al Puntal del Alto de la Peña y por último a Las Majadas, dónde podremos descansar y disfrutar de un merecido almuerzo, después de un paseo único.