Los espacios verdes son una herramienta de gran importancia para la educación ambiental
La gestión del agua constituye uno de los objetivos prioritarios en un parque sostenible. La selección de especies vegetales de bajo mantenimiento, autóctonas o alóctonas adaptadas al entorno, el empleo de sistemas de riego eficientes, o el uso de aguas recicladas, constituyen criterios indispensables en la gestión del espacio verde. Otro de los aspectos claves en la gestión del parque lo constituyen la eficiencia energética, la reducción de emisiones de CO2 provenientes del consumo energético y la reducción de la contaminación lumínica.
Por otro lado, es necesario extender el protagonismo social y estético de los parques como espacio público. Como tales, contribuyen a la mezcla social que debe garantizar, en términos de igualdad, la apropiación por parte de diferentes colectivos sociales y culturales, de género y de edad, del espacio urbano. Constituyen, por tanto, un mecanismo importante para la socialización de la vida urbana.
Quienes más necesitan de parques y jardines de calidad, accesibles y seguros, son generalmente los que tienen mayores dificultades para acceder a ellos: los niños, las mujeres, los pobres, los inmigrantes recientes, los mayores…. Los parques son lugares donde se expresa la diversidad social, se producen intercambios y se aprende la tolerancia. En ellos ciudadanos de todas las edades invierten una gran parte de su tiempo de ocio y recreo, convirtiéndose, en centros de actuación y desarrollo de inquietudes ciudadanas, tales como las deportivas, educativas, culturales, recreativas, ambientales y turísticas.