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Revista Medio Ambiente Castilla-La Mancha
La Revista Medio Ambiente Castilla-La Mancha es una publicación gratuita editada por la Consejería de Desarrollo Sostenible.

La conquista silenciosa de los líquenes en los volcanes del Campo de Calatrava

Colaboración Especial
25 de Octubre de 2024
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Imagén de líquenes sobre una roca volcánica

Los líquenes se forman como resultado de una asociación entre un hongo y uno o varios organismos fotosintéticos (algas o cianobacterias). De forma general, el hongo proporciona protección frente a la irradiación y desecación, y el alga le aporta hidratos de carbono y nitrógeno a través de la fotosíntesis. Esta asociación alga-hongo le permite al liquen colonizar una gran diversidad de ambientes donde el alga y el hongo no podrían sobrevivir por separado.

Una de las características más fascinantes de los líquenes es su papel como excelentes indicadores ambientales. Los líquenes responden rápidamente a los cambios ambientales debido a su íntima relación con la atmósfera y su capacidad para absorber agua de manera eficiente (son poiquilohidros, es decir, carecen de un mecanismo para regular el contenido hídrico y prevenir la desecación, como los hongos, algas, briófitos o anfibios). Esta capacidad los convierte en herramientas valiosas para monitorear la contaminación ambiental, la madurez forestal, la salud de los bosques o los efectos del cambio climático. Su carácter estenoico, es decir, su estrecha tolerancia a variaciones ambientales, incluyendo la contaminación, refuerza aún más su utilidad como indicadores sensibles y continuos de las condiciones ambientales y sus fluctuaciones. De esta forma, los líquenes se pueden considerar como monitores continuos de las condiciones ambientales y sus cambios.

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Ejemplo de colonización de rocas por parte de los líquenes
Imagen 1. Colonización liquénica de roca volcánica
en la Cornudilla

Los líquenes desempeñan un papel fundamental en los ecosistemas, interviniendo activamente en los ciclos del nitrógeno y carbono, fijando el nitrógeno atmosférico y convirtiéndolo en una forma asimilable para otros organismos. Además, son clave en la protección de los suelos, especialmente en áreas secas, donde reducen la erosión, capturan agua de nieblas y rocío, facilitan la infiltración del agua y regulan su distribución. No sólo eso, los líquenes también sirven de refugio para numerosos invertebrados y crean condiciones ideales para la colonización de otros organismos.

Los líquenes constituyen uno de los primeros colonizadores visibles de las rocas volcánicas

Los líquenes suelen pasar desapercibidos por su pequeño tamaño, pero su gran resiliencia les permite convertirse en las especies dominantes de algunos ecosistemas, especialmente en ambientes extremos.  Un ejemplo de esto es su capacidad para colonizar por completo las rocas volcánicas en algunas regiones. (Imágenes 1 y 2).

En estos ambientes aparentemente inhóspitos, con altos niveles de irradiación y escasez de agua, especialmente en verano, apenas hay otros organismos que puedan sobrevivir. Sin embargo, los líquenes no solo sobreviven, sino que prosperan de manera extraordinaria. La colonización se realiza a través de las esporas o los diminutos propágulos que se pueden desplazar por el aire a largas distancias y contienen tanto al alga como al hongo.

En estas etapas de colonización liquénica de las rocas volcánicas se observa una intensa competencia por el espacio. Así, son frecuentes los episodios de parasitismo entre líquenes e, incluso, la presencia de numerosos hongos microscópicos que subsisten a expensas de los talos liquénicos (el talo es el cuerpo del liquen) o sus estructuras reproductoras.

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Líquenes sobre roca del Volcán de los Castillejos
Imagen 2. Detalle de cómo los líquenes cubren la superficie
rocosa en Los Castillejos de la Bienvenida.

También es común observar la superposición de talos de diferentes especies que compiten por el mismo espacio. Este proceso ilustra la complejidad de las interacciones bióticas en la sucesión ecológica y destaca la dinámica competitiva en los primeros estadios de la colonización.

Los líquenes desempeñan un papel crucial en la erosión de las rocas, actuando a través de mecanismos físicos y químicos, facilitando así la creación gradual de suelo. Físicamente, las hifas de los líquenes penetran en las rocas, y la expansión de su talo provoca alteraciones mecánicas. Químicamente, secretan ácidos orgánicos que disuelven de manera efectiva los minerales presentes en las rocas. Este proceso de sucesión ecológica, aunque lento, conduce a una mayor diversidad y complejidad de estos ecosistemas. Así, en estos ambientes, los líquenes funcionan como ingenieros del ecosistema, facilitando la llegada de otras formas de vida y promoviendo el desarrollo de una comunidad biológica más compleja y diversa.

El interés de los volcanes del Campo de Calatrava

La Región Volcánica Central Española, conocida como Campo de Calatrava, es un espectacular paisaje situado en la provincia de Ciudad Real, abarcando cerca de 5.000 kilómetros cuadrados y albergando aproximadamente 350 estructuras volcánicas. Estas formaciones están compuestas por rocas alcalinas de la serie basáltica, que dominan un paisaje de montañas que alcanzan altitudes de hasta 900 metros. La región está mayormente compuesta por cuarcitas armoricanas y se caracteriza por actividades agrícolas, ganaderas y mineras extensivas (Becerra-Ramírez et al., 2020) (Imagen 3).

El gran interés de esta región, desde el punto de vista de los líquenes, está íntimamente relacionado con su ubicación en el interior peninsular, el origen de las diversas manifestaciones volcánicas y sus singulares propiedades físicas y químicas. Este vulcanismo basáltico, caracterizado por un bajo contenido en sílice, interactúa de manera fascinante con las cuarcitas y areniscas que cubren una parte sustancial del territorio. Lo más sorprendente es que, hasta ahora, nunca se habían estudiado los líquenes que colonizan las rocas volcánicas del Campo de Calatrava. Esto representa una oportunidad única para la investigación científica y para descubrir la biodiversidad oculta en esta región.

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Vista general del Volcán de Cuevas Negras
Imagen 3. Volcán de Cuevas Negras rodeado de cultivos.

Volcanes con una gran diversidad y singularidad de líquenes

El número de líquenes que habitan en estas zonas volcánicas asciende a 170 especies, ¡una diversidad extraordinariamente elevada! Esto es especialmente impresionante si consideramos que la superficie de roca volcánica es muy pequeña en comparación con el extenso zócalo paleozoico que domina la zona. Aunque el vulcanismo de la región es basáltico y tiene un bajo contenido en sílice, un gran porcentaje de las especies de líquenes son silicícolas, que se van a entremezclar con otras especies más basófilas. Esta combinación única de especies es fundamental para entender la gran diversidad de líquenes en esta área, revelando una riqueza biológica que desafía las expectativas y subraya la importancia ecológica del Campo de Calatrava.

La mezcla de líquenes con diferentes preferencias puede deberse a varios factores:

  1. Existe un patrón de variación composicional en los materiales basálticos, que se manifiesta en una marcada diferencia del contenido de sílice (Ancochea & Huertas, 2021).
  2. En erupciones de gran violencia no sólo se expulsan fragmentos de las rocas volcánicas sino también fragmentos del sustrato. En este caso, se trata de cuarcitas con alto contenido en sílice, que favorece la colonización de especies más acidófilas sobre depósitos basálticos.

Además de las propiedades químicas de las rocas, la gran diversidad de especies está influenciada por la morfología de las rocas volcánicas. Su extrema rugosidad y porosidad generan microclimas variados, creando entornos ideales para que diferentes especies, cada una con sus propios requisitos ambientales, puedan colonizarlos.

Las zonas volcánicas del Campo de Calatrava no sólo se distinguen por su gran diversidad de especies, sino también por la singularidad de algunas de ellas. Algunas especies de líquenes presentan exclusividad por las rocas volcánicas, es decir, no se desarrollan sobre otro tipo de sustrato. Otras especies prefieren colonizar las rocas volcánicas, pero en ocasiones, pueden desarrollarse en rocas no volcánicas. Esta especificidad confiere una gran originalidad a estos sustratos, resaltando la particularidad ecológica y biológica de esta región volcánica y subrayando la importancia de conservar y estudiar estos hábitats únicos.

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Imágenes de cuatro especies distintas de líquenes en distintas localizaciones
Imagen 4. Acarospora assimulans en Volcán del Cerro Gordo. Imagen 5. Pisutiella phaeothamnos en Volcán del Cerro Gordo. Imagen 6. Diploschistes candidissimus en Volcán de La Encina. Imagen 7. Glypholecia scabra en Volcán del Cerro Gordo

Entre ellas, podemos destacar la presencia Acarospora assimulans, una especie conocida de algunas localidades de Asia y el norte de África, donde tiende a desarrollarse sobre rocas volcánicas (Aragón et al., 2024) (Imagen 4a); y Pisutiella phaeothamnos, encontrada en unas pocas localidades de Turquía, Grecia, Irán y las Islas Canarias, que también crece sobre rocas volcánicas (Aragón et al., 2025) (Imagen 5). Otras especies, como Acarospora insolata, A. irregularis, Caloplaca interna, Endocarpon adsurgens y Flavoplaca limonia, se citan también por primera vez en España en estas zonas volcánicas (ver en la web iNaturalist proyecto “Líquenes de los volcanes del Campo de Calatrava”). Es interesante resaltar la presencia de algunas especies que en la Península Ibérica son conocidas de apenas una o dos localidades más, como Variospora cancarixiticola, Acarospora chrysocardia, Candelaria pacifica, Peltula obscuratula, Glypholecia scabra, Kuettlingeria fuscoatroides o Diploschistes candidissimus, entre otras (Llimona & Hladún, 2001) (Imágenes 6 y 7); iNaturalist).

¿Cuáles son los ambientes más característicos para los líquenes?

La mayoría de las especies desarrollan talos crustáceos y colonizan las superficies más expuestas, mientras que las especies foliáceas se desarrollan en orientaciones menos expuestas, a veces sobre briófitos que retienen por más tiempo la humedad, o donde se haya formado algo de suelo.

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Población del liquen Ramalina capitata en el Volcán de Cuevas Negras
Imagen 8. Población de Ramalina capitata en el Volcán de Cuevas Negras

Solo dos especies fruticulosas, Ramalina capitata (muy común) y R. pollinaria (menos frecuente), están adaptadas a estos entornos (Imagen 8).

Entre los diferentes ambientes de estas rocas volcánicas vamos a destacar tres de ellos, ya sea por la riqueza de especies o por su originalidad.

Superficies expuestas muy rugosas. Son las dominantes en esta zona y están colonizadas por un gran número de especies que desarrollan talos crustáceos. Estas superficies rocosas a menudo se cubren casi por completo con líquenes que se superponen, dificultando la identificación de los límites individuales. Más de 90 especies viven en estos ambientes, caracterizados por una elevada irradiación solar, altas temperaturas y ausencia de agua durante el verano.

Estas especies presentan colores muy variados, como naranja, amarillo y marrón, determinados por la presencia de sustancias liquénicas (parietina, ácido norestíctico, ácido pulvínico, ácido úsnico, etc.) o de cristales de oxalato cálcico (pruina) de color blanquecino, que reflejan la irradiación solar (Imagen 9). Estas sustancias liquénicas que se acumulan en el talo tienen la función de proteger al alga de la excesiva irradiación y facilitar, por tanto, la colonización de estos ambientes tan inhóspitos. De hecho, se ha observado que una misma especie en ambientes extremos presenta una mayor concentración de estos compuestos en comparación con la misma especie en zonas más protegidas o en el interior de bosques.

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Combinaciones de líquenes en Volcán de la Cornudilla y de La Encina
Imagen 9. Líquenes colonizando rocas expuestas en La Encina (izquierda) y líquenes de colores vivos cubriendo
la superficie rocosa (derecha)

Superficies de escorrentía. La extrema rugosidad de las rocas origina numerosos entrantes y salientes, creando pequeñas superficies de escorrentía y vías de filtración por donde resbala el agua de lluvia. En estos puntos, que son más térmicos, pero con cierta humedad, se establece un conjunto de especies muy exclusivas, capaces de vivir únicamente bajo estas condiciones ambientales. Entre ellas se encuentran Lichinella cribellifera, L. stipatula, L. sinaica, Peltula euploca, P. obscurans, P. omphaliza, Collema ryssoleum, Dermatocarpon miniatum, Porocyphus coccodes, P. rehmicus, P. triptococca o Thalinocarpon nigritellum, las cuales alcanzan su óptimo en las zonas más cálidas del sureste peninsular (Llimona & Egea, 1985) (Imagen 10).

Pequeñas repisas. En estos edificios volcánicos, en las pequeñas repisas donde se acumula algo de suelo con mayor humedad y en zonas más sombreadas, suelen aparecer con frecuencia algunos cianolíquenes de los géneros Peltigera, Leptochidium y Scytinium. Su presencia está relacionada con su alta demanda de agua, ya que en estas áreas orientadas al norte la insolación es menor y los efectos de la humedad nocturna y el rocío matutino perduran por más tiempo. Además, aprovechando la presencia de briófitos en estas zonas, son comunes algunas especies del género Cladonia (C. cyathomorpha, C. furcata, C. ramulosa), que en las regiones más meridionales se refugian en enclaves más húmedos y frescos (Imagen 11).

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Distintas especies de líquenes en Volcán de Cuevas Negras y de los Castillejos
Imagen 10. Peltula euploca en pequeñas oquedades y fisuras (izquierda) y Lichinella cribellifera en los Castillejos de la Bienvenida
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Cladonia fimbriata en repisas de rocas en la Arzollosa
Imagen 11. Cladonia fimbriata en repisas de rocas en la Arzollosa

Zonas de interés y problemas de conservación

Los enclaves volcánicos con mayor diversidad de especies son: La Arzollosa (Piedrabuena), La Encina (Aldea del Rey), Peñarroya (Alcolea de Calatrava), Castillejos de la Bienvenida y Cerro Gordo (Granátula-Valenzuela de Calatrava) (Imagen 12) (Tabla 2). Uno de los enclaves más interesantes es el de Cerro Gordo, con la presencia de dos especies (Acarospora assimulans y Pisutiella phaeothamnos) que, además de citarse por primera vez en el territorio peninsular, son muy escasas a nivel mundial.

A pesar de esta gran diversidad, la abundancia de especies nitrófilas en ambientes eutrofizados es alta, reflejando la intensa actividad agrícola y minero-industrial en los volcanes de la región. La agricultura ha afectado muchas formaciones volcánicas, destruyendo el material volcánico y alterando la morfología original de las estructuras eruptivas. El uso de fertilizantes y fitosanitarios en los cultivos afecta a numerosas especies de líquenes, que pueden llegar a desaparecer casi por completo de estas áreas. Las canteras de extracción minera han provocado la pérdida parcial o total de muchos de estos volcanes. Las actividades ganaderas también impactan negativamente en los líquenes debido al pisoteo de las superficies volcánicas y a la excesiva nitrificación provocada por los excrementos.

En conjunto, estas actividades humanas han alterado significativamente el equilibrio ecológico de las zonas volcánicas, reduciendo la biodiversidad y afectando la supervivencia de muchas especies de líquenes. Esto constituye un serio problema para su diversidad, ya que estas especies son poco conocidas en las zonas volcánicas y su pérdida podría pasar desapercibida. En este sentido, la Administración regional ha arbitrado algunas medidas para paliar el deterioro de algunas de las manifestaciones volcánicas más interesantes, como incluirlas en la categoría de “Monumentos Naturales”. Es crucial continuar con la protección y conservación de estos ecosistemas volcánicos únicos, no solo por su valor biológico y ecológico, sino también para preservar la riqueza de especies de líquenes tan única que en ellos habitan. Solo a través de esfuerzos concertados podremos garantizar que estas comunidades biológicas complejas y diversas perduren para a lo largo del tiempo.

Agradecimientos: a Eva Sánchez-Tembleque por su valiosa ayuda en la gestión, a los responsables de las propiedades donde se ubican los volcanes, y a Leo, Bernardino y Juanma por su interés en este trabajo. También agradecemos a Marcos Gabriel Giménez Sierra por su inestimable ayuda en la recolección.

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Mapa con la situación de los 5 volcanes con mayor riqueza y singularidad de líquenes
Imagen 12. Mapa con la situación de los 5 volcanes con mayor riqueza y singularidad de líquenes

Bibliografía

Ancochea, E., Huertas, M.J. 2021. Radiometric ages and time–space distribution of volcanism in the Campo de Calatrava Volcanic Field (Iberian Peninsula). Journal of Iberian Geology 47: 209-223. Doi: https://doi.org/10.1007/s41513-021-00167-y

Aragón, G., Negrón, V., Giménez, G.F. 2024. Primera referencia del liquen Acarospora assimulans (Vain.) Zahlbr. en Europa. Ecosistemas 33: 2761. Doi: https://doi.org/10.7818/ECOS.2761

Aragón, G., Negrón, V., & Giménez, G.F. 2025. First record of Pisutiella phaeothamnos in the western Mediterranean. Acta Botanica Croatica 84.

Becerra-Ramírez, R., Gosálvez, R.U., Escobar, E., González, E., Serrano-Patón, M., Guevara, D. 2020. Characterization and geotourist resources of the Campo de Calatrava Volcanic Region (Ciudad Real, Castilla-La Mancha, Spain) to develop a UNESCO global geopark project. Geosciences 10: 441. Doi: https://doi.org/10.3390/geosciences10110441

Llimona, X., Egea, J.M. 1985. Las comunidades liquénicas de las superficies de escorrentía de las rocas silíceas mediterráneas. Anales del Jardín Botánico de Madrid 41: 429-444.

Llimona, X., Hladun, N.L. 2001. Checklist of the lichens and lichenicolous fungi of the Iberian Peninsula and Balearic Islands. Bocconea 14: 5–581.

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Tabla 1. Especies más frecuentes sobre superficies expuestas
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Tabla 2. Volcanes con mayor número de especies de líquenes.
Revista de medio ambiente número 38
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