Desde el punto de vista de la rentabilidad económica para los propietarios de los terrenos la madera ha sido el recurso que tradicionalmente mayor rendimiento ha generado; no obstante la tendencia en las últimas décadas es a que el peso específico de los ingresos por el aprovechamiento maderero en el conjunto de las rentas de los titulares de los predios tiende a disminuir; esto viene motivado por dos causas: una es el estancamiento relativo de los precios de la madera en pie y otra es la comparativamente gran revalorización de otros recursos, entre los que cabe destacar el aprovechamiento cinegético.
No obstante a la hora de valorar la importancia del aprovechamiento de madera hay que tener en cuenta otras circunstancias de índole económica y social, como son:
- El sector industrial de apeo, extracción y transformación de la madera, que si bien en las localidades del ámbito del Parque se limita a pequeñas industrias de carpintería, sí que existe un significativo número de empresas a nivel provincial, destacando la importancia de la fábrica de titularidad municipal que posee el Ayuntamiento de Cuenca sustentada en el importante volumen de madera que producen las más de 25.000 hectáreas de Montes de Utilidad Pública que dicho ayuntamiento aporta al Parque.
- El importante número de jornadas de mano de obra que generan en la zona tanto las actividades empresariales antes reseñadas como otras actividades asociadas a la corta de madera, como el señalamiento y medición de los pies a cortar, la eliminación de los despojos de corta que se generan y los inventarios de existencias de madera en que se basan los instrumentos de planificación y gestión, entre otras.
En cuanto a los principales datos del aprovechamiento de madera en el Parque Natural, cabe destacar que se limita casi exclusivamente a las especies autóctonas de pino, concretamente al pino negral o laricio, pino albar o silvestre, y en menor medida al pino rodeno; en mucho menor medida se realizan aprovechamientos esporádicos de chopo de producción asociados al medio ripícola.
Los datos cuantitativos de la madera que se viene aprovechando en los últimos años en los montes del Parque son los siguientes: la producción anual de madera es de 36.500 metros cúbicos, de los que 35.000 corresponden a los Montes de Utilidad Pública y 1.500 a los montes de titularidad particular, correspondiendo a una productividad de 0,50 metros cúbicos por hectárea total del Parque; los ingresos que se generan anualmente a los propietarios por la madera en pie ascienden a 1.095.000 €, con un valor unitario de 30 €/m.c.
Con relación al destino industrial de esta madera, éste es muy variado, dedicándose la de mayor calidad a carpintería y uso estructural en construcción; otra parte se dedica a elementos auxiliares en la construcción (encofrados, etc.), embalajes y palets; finalmente la de menor calidad y los desechos de piezas mayores se destinan principalmente al sector del tablero aglomerado; aparte de estos destinos, que se pueden considerar los tradicionales, hay que hacer especial mención a una relativamente novedosa línea de destino de la madera de esta zona, que es la correspondiente al uso de la madera de pequeñas dimensiones para, una vez modelada y tratada con productos antipudrición, ser destinada fundamentalmente a construcción y jardinería (vallados rústicos, postes de señalización, entarimados, casas y cabañas prefabricadas, casetas cinegéticas, etc…).
Otro tipo de aprovechamiento maderable es el de las leñas, cuyo uso tradicional como combustible de calefacción ha disminuido con el paso del tiempo, tanto por el descenso poblacional como por la paulatina irrupción de otros combustibles y sistemas de calefacción; en la actualidad es todavía relativamente frecuente el uso por parte de los vecinos de la comarca de la leña procedente de los despojos de los aprovechamientos de madera y de tratamientos selvícolas (si bien no se aprovechan en su totalidad ni mucho menos) y casi ya no se realiza el aprovechamiento en esta zona de leñas procedentes de las especies de quercíneas (encina y quejigo fundamentalmente). Este descenso en el uso por parte de los habitantes de los productos forestales susceptibles de ser usados como combustible de calefacción genera unos problemas para el adecuado estado del monte que hace unos años no se producían, como la facilidad de propagación de algunas plagas de insectos y la elevada presencia de biomasa a los efectos de inicio y propagación de incendios forestales.
Finalmente reseñar la esporádica ejecución de aprovechamientos de semilla de algunas especies arbóreas con destino al abastecimiento de viveros; en este sentido se han declarado diversas zonas del Parque Natural y para algunas especies (pino negral, pino albar, sabina albar, quejigo, tejo, acebo, serbal) como rodales selectos y fuentes semilleras. Estos aprovechamientos de semilla siempre se deberán realizar de forma controlada que no ponga en riesgo la regeneración natural de las distintas especies.