Han pasado casi treinta años desde que, en 1992, mediante ley orgánica, el Estado completara la transferencia a Castilla-La Mancha de las competencias de desarrollo legislativo, ejecución y normas adicionales en materia de medio ambiente. A lo largo de este periodo, nuestra Comunidad Autónoma se ha dotado de todo un conjunto de herramientas e instrumentos para preservar nuestros recursos naturales y para intentar garantizar el cumplimiento del artículo 45 de la Constitución Española de 1978 que nos confiere el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.
Una de estas herramientas ha sido la creación del Cuerpo de Agentes Medioambientales de Castilla-La Mancha. Dicha creación se llevó a cabo mediante la Ley 9/1999 de conservación de la Naturaleza, con lo que el citado cuerpo nacía a la vez que la primera gran norma castellanomanchega de protección de nuestro medio ambiente. Sin embargo, no fue hasta el año siguiente cuando se aprobó el Reglamento que regulaba la organización y funciones del recién creado Cuerpo de Agentes Medioambientales.
El pasado febrero se cumplieron veinte años de la publicación de este reglamento, una cifra redonda que nos invita a echar la vista a atrás y hacer un recorrido por lo que ha sido la trayectoria de estos guardianes de la naturaleza en nuestra región durante estas dos décadas. Precisamente a ello le dedicamos uno de los artículos de este número.
Otro de los elementos clave en la conservación de la naturaleza es la declaración de espacios protegidos. Actualmente, en Castilla-La Mancha, tenemos 112 espacios naturales protegidos. Uno de los últimos en incorporarse a esta Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha es el Monumento Natural de las Chorreras del Cabriel. Se trata de una auténtica joya geológica ubicada en la confluencia de los ríos Cabriel y Guadazaón, que por su alto interés científico y didáctico se ha sumado a esta protección. No obstante, nos queda mucho trabajo por hacer en aras de buscar el equilibrio entre la protección del medio ambiente y el desarrollo antropogénico. En esta línea, la Red Natural 2000 y otras figuras de protección nacionales y autonómicas juegan un papel esencial. Por ello, en el Gobierno de Castilla-La Mancha tenemos claro que no hay protección eficaz sin la implicación del territorio y el desarrollo económico, lo que nos lleva, una vez más, al concepto de desarrollo sostenible. Próximamente se declararán nuevos espacios naturales protegidos en la provincia de Ciudad Real y se modificará la normativa del Parque nNatural de la Sierra Norte de Guadalajara precisamente para asegurar el objetivo final de proteger y desarrollar.
Por último, abriendo el prisma del medio ambiente hacia el concepto holístico de la sostenibilidad, incluimos un artículo sobre la Agenda 2030, un pacto mundial para definir la hoja de ruta que debe llevarnos a ser una sociedad consciente del carácter finito de los recursos naturales, y de la necesidad de proteger nuestro entorno, garantizando la igualdad de oportunidades entre las personas y eliminar las desigualdades en todo el mundo. En definitiva, una hoja de ruta para asegurar el Desarrollo Sostenible.
Desde la Consejería de Desarrollo Sostenible esperamos que esta edición de la revista de medio ambiente sea de utilidad para todas aquellas personas y entidades interesadas en la materia. Nos encontramos en un momento crucial, no sólo en Castilla-La Mancha si no en todo el mundo. La crisis derivada del virus Sars-Cov2 ha puesto en jaque al mundo, a los pilares de la sociedad y al modo de vida actual. No obstante, también nos ofrece oportunidades. Por ello, desde el Gobierno de Castilla-La Mancha queremos acompasar y acompañar a la región en este momento; la transición energética, el consumo responsable, la igualdad de oportunidades en todo el territorio, la transición de una economía lineal a una economía circular, la educación ambiental, así como la correcta gestión de nuestro entorno natural son elementos de vital importancia para salir airosos del momento actual y así, alcanzar el desarrollo sostenible en Castilla-La Mancha y vivir en la región que todas y todos queremos.